Damiano Longhi, jugador franquicia del Calcio Padova en los años 90, llegó al Hércules como fichaje estrella para tratar de ayudar en la consolidación del conjunto alicantino en una Primera División que no pisaba desde hacia ya unos cuantos años. Nada más lejos de la realidad, Longhi abandonaría el Hércules en el mercado de invierno habiendo jugado apenas unos partidos y el equipo acabaría descendiendo a la Segunda División. Se trataba de un centrocampista creativo con buen toque de balón siendo un rara avis en la época por el hecho de convertirse en uno de los pocos futbolistas italianos en animarse a jugar fuera de su país.