Tras destacar sobremanera en el Osasuna, el polaco Roman Kosecki ficharía por el Atlético de Madrid como recambio natural del portugués Paulo Futre. Kosecki era un futbolista veloz, muy vertical y con capacidad para el desborde, pero en ningún caso podía catalogarse como nueve puro. Se granjeó fama de “piscinero” durante su etapa en la competición española y ciertamente fue en parte víctima de la comparación con la leyenda colchonera anteriormente mencionada, pero tuvo recursos para dejar buenas tardes de fútbol y un recuerdo amable entre los aficionados.
Roman Kosecki
Tras destacar sobremanera en el Osasuna, el polaco Roman Kosecki ficharía por el Atlético de Madrid como recambio natural del portugués Paulo Futre. Kosecki era un futbolista veloz, muy vertical y con capacidad para el desborde, pero en ningún caso podía catalogarse como nueve puro. Se granjeó fama de “piscinero” durante su etapa en la competición española y ciertamente fue en parte víctima de la comparación con la leyenda colchonera anteriormente mencionada, pero tuvo recursos para dejar buenas tardes de fútbol y un recuerdo amable entre los aficionados.
Cristian Colusso
Quizás muchos recuerden a Cristian Colusso como un fiasco de fichaje del Sevilla de la década de los noventa, pero lo cierto es que este jugador argentino sufrió una serie de desdichas que comenzaron con la irregularidad de su traspaso (lo que le llevó a no poder jugar y ser cedido posteriormente), lesión de gravedad y una enorme presión para un chico de 19 años entre otras circunstancias. Un juguete roto del fútbol que terminaría jugando en más de una docena de clubes en ocho países distintos.
Stéphane Ziani
Fenomenal y menudo centrocampista francés de ascendencia argelina que jugó en el mítico Súper Dépor durante una temporada en la que tuvo presencia como titular frecuente aportando calidad y llegada al área rival. Estaba tildado como un jugador de contención, pero lo cierto es que Ziani se proyectaba al ataque con facilidad gracias a sus grandes recursos técnicos y a una fantástica agilidad para moverse entre líneas. Una pena que su viaje fuese de ida y vuelta, porque era uno de esos peloteros de los que los más jóvenes deberían de aprender.
Claudio Piojo López
Claudio Javier López, más conocido como el Piojo López, es uno de los futbolistas más veloces, espectaculares e intensos que ha conocido el balompié español. El argentino jugó para el Valencia CF durante cuatro años desempeñándose mayormente como extremo, pero mostrando en muchas ocasiones estar cualificado para ocupar cualquier posición en el flanco de ataque de su equipo. Un día marchó al fútbol italiano y ya nada volvería a ser lo mismo.
Lobo Carrasco
Francisco José Carrasco Hidalgo, más conocido como Lobo Carrasco, fue un extremo de los de antaño dotado de gran velocidad y con una extraordinaria capacidad para el regate. En la élite jugó casi en exclusiva para el FC Barcelona en Primera División durante 11 temporadas, club que abandonaría para desempeñarse en el Sochaux francés. Se retiraría tras un corto periplo por la UE Figueres para hacer sus pinitos en los banquillos e incluso como director técnico, pero donde volvería a brillar sería en los medios de comunicación por su labor como comentarista, tertuliano e incluso como presentador.
Óscar Dertycia
Inconfundible por su marcada alopecia (causada por un episodio de estrés), el argentino jugaría en España durante la década de los 90 para tres clubes: Cádiz CF, CD Tenerife y Albacete Balompié. Se trata de uno de los jugadores más recordados de aquellos tiempos y no solo por ese aspecto inconfundible que le sirvió para ser motejado como Mr. Proper en la ciudad gaditana, sino también por su bravura a la hora de fajarse entre los defensas rivales.
José Luis Pérez Caminero
José Luis Pérez Caminero comenzaría su carrera como futbolista en las categorías inferiores del Real Madrid, pero tendría que emigrar como muchos otros mirlos blancos de cualquier época que no logran hacerse un hueco en el primer plantel merengue. Caminero jugaría en el Real Valladolid durante 10 temporadas divididas en dos etapas intercalando un brillante paso por el Atlético de Madrid, que es donde se consagraría como jugador internacional. Futbolista de gran potencia, no exento de calidad y con una gran llegada desde segunda línea.
Ígor Dobrowolski
Había resonado con insistencia el nombre de Ígor Dobrowolski por Europa hasta que finalmente desembarcó en el Atlético de Madrid en el año 1994. Este extremo soviético, ucraniano de nacimiento para ser nacionalizado como ruso posteriormente, pasó por diversas ligas europeas sin poder echar raíces al igual que le ocurriría en la ribera del Manzanares. Años antes jugó también en el CD Castellón durante una temporada.
Eugenio Bustingorri
La historia del cromo fantasma de Bustingorri es legendaria. La buena gente de Ediciones Este debió de tener muy seguro que el futbolista navarro ficharía aquel verano del 89 por el conjunto blanco, por lo que decidieron adelantarse a los hechos “vistiendo” al futbolista con la casaca del Real Madrid. Finalmente, acabaría firmando por el Atlético de Madrid no llegando jamás a jugar con los de Chamartín. Se trata de un cromo muy valioso hoy en día.
Robert Enke
Robert Enke fue un portero alemán que jugó en el FC Barcelona durante la temporada 02-03. La carrera de Enke se vio lastrada por el temor al fracaso, algo que le sumió en una depresión que finalmente le llevaría a suicidarse en el año 2009. No lograría consolidarse en el club catalán ni tampoco en el Tenerife donde jugó en el año 2004.