Adolfo Tren Valencia


El Tren Valencia es sin duda uno de los futbolistas más importantes en la historia de Colombia, probablemente a la altura de Carlos Valderrama, René Higuita o Faustino Asprilla. Fue el primer colombiano en ganar una liga europea, hito conseguido en la temporada que jugó en el equipo muniqués. Hablamos de un delantero rápido, de ahí su apodo, intenso y con el gol entre ceja y ceja. Allá donde fue jugó y anotó, por lo que se puede entender que su rendimiento siempre estuvo dentro de la regularidad, algo que es complicado si tenemos en cuenta el gran número de clubes en los que jugó este delantero. En el Calderón anotó algunos tantos, pero mantuvo una complicada relación con Jesús Gil y acabó por marcharse del conjunto colchonero al final de esa temporada. Estamos ante un cromo escaso y con un valor cada vez más alto entre los coleccionistas.

Vitor Baia


Fue una leyenda en el Oporto y volvió para seguir siéndolo. El portugués jugó toda su vida para el equipo de los Dragones Azules exceptuando un periplo de tres años en el equipo culé. En el Barcelona fue titular hasta que se lo impidió una lesión, momento en el que el holandés Ruud Hesp se hizo con la titularidad hasta el final de esa temporada y la siguiente. En el año 1999 volvería a Portugal donde continuó hasta su retirada en 2007. Se trataba de un jugador carismático, seguramente el portero más recordado en la historia del fútbol portugués destacando sobre todo por su elasticidad, la sobriedad y la regularidad bajo palos.

Youssef El-Arabi


Potente delantero marroquí aún en activo que es recordado por su paso por el Granada CF, donde todavía es el máximo goleador histórico del club nazarí en Primera División. Se trata de un jugador eminentemente rematador, con amables recursos técnicos y una intensidad notable a la hora de bregar con los zagueros rivales. Pudo haber jugado para la selección francesa (nació en Caen), pero finalmente se decantó por defender a su país de origen desde el año 2010.

Wesley Sneijder


Un buen mediocampista, pero ciertamente irregular y con un aderezo de lesiones continuas que no le permitieron alcanzar un rango superior. Quizás ese sea el resumen de la carrera de Wesley Sneijder, ya que tanto en Madrid como en Milán perdió crédito temporada tras temporada hasta acabar viendo la puerta de salida en cada caso. Por lo demás, se puede señalar al holandés como un futbolista rápido en la distribución, vertical y con llegada. No era un futbolista muy potente ni con excesivo recorrido, pero era ciertamente vistoso sobre todo en sus primeros años en la élite.

Achille Emaná


Un futbolista extraordinariamente potente, no exento de técnica y con unos registros goleadores de delantero centro. Su sensacional actuación en el Real Betis coincidió con una de las peores etapas que ha vivido el conjunto heliopolitano en los últimos tiempos, lo que propició la salida del camerunés en busca de nuevas oportunidades. Fueron tantos clubes como ligas distintas en las que participó, por lo que le resultó complicado echar raíces. Seguramente tampoco lo necesitó, pues fue una pieza relevante por donde pasó gracias a su buen juego y a su carisma.

Adrian Ilie


El momento culminante en la carrera de Adrian Ilie se produjo en Valencia, concretamente en las dos primeras temporadas que permaneció en la capital del Turia. Fue entonces cuando Claudio Ranieri le motejó con el sobrenombre de la Cobra en referencia a que el delantero era rápido y letal como el reptil a la hora de lanzar su ataque sobre el rival. Lo cierto es que después de aquella etapa ya nada fue lo mismo para Adrian, pues lesiones, competencia y otros factores hicieron que enfilara una cuesta abajo en su rendimiento que concluyó con una prematura retirada a los 31 años de edad. Una pena, pues de haber mantenido aquel nivel hubiésemos estado ante uno de los delanteros más determinantes de la década de los 90.

Andreas Hinkel


El defensa Andreas Hinkel llegó a Sevilla durante el verano del año 2006 tras cuajar grandes actuaciones en el Stuttgart y haber sido incluso convocado con la Mannschaft en diversas ocasiones. En el puesto de lateral diestro se encontró al brasileño Dani Alves, por lo que no pudo jugar con la frecuencia que hubiese deseado en el conjunto de Nervión. Tras un periplo de dos años sin continuidad haría las maletas para jugar en Escocia. Se retiraría de los terrenos de juego cuatro temporadas después con solo 30 años.

Zvonimir Boban


Perteneció al último gran Milán que se recuerda erigiéndose como uno de sus máximos exponentes. Por añadidura, también fue miembro de una de las mejores selecciones croatas de siempre compartiendo vestuario con jugadores tan relevantes como Robert Prosinecki, Alen Boksic o Davor Suker entre otros. Zvonimir Boban fue un elegante centrocampista con una técnica depurada y una visión de juego solo al alcance de algunos privilegiados. Al final de su carrera tuvo un fugaz paso por el Celta de Vigo en el que apenas tuvo presencia, pues decidió abandonar el conjunto vigués al comprobar que Aleksandr Mostovoi y Valeri Karpin le dejarían participar más bien poco en los onces del aragonés Víctor Fernández. Vivió en primera persona la batalla campal entre Dinamo Zagreb y el Estrella Roja que para muchos fue el preludio de la guerra que supuso la independencia croata. En lo que al cromo se refiere, se puede decir que es escaso y bastante valioso entre los coleccionistas.

Estanis Argote

Estanis Argote era un extremo de manual, a la vieja usanza, de los que llegaban a línea de fondo quedándoles un último regate. Fue pieza fundamental en uno de los mejores planteles que ha tenido el Athletic en su historia, aquel que consiguió ganar la Liga durante dos temporadas seguidas (82/83 y 83/84). En total jugaría trece campañas en San Mames que darían paso a su última temporada como futbolista en activo en las filas del CD Zarauz de su localidad natal.

Bebeto


Tan líricos son los nombres de los nombres de los futbolistas brasileños que es imposible contener la tentación, así que José Roberto Gama de Oliveira, más conocido como Bebeto, es un exfutbolista brasileño que alcanzó tintes legendarios durante su paso por el Deportivo de La Coruña allá por los años 90. Rescatando su desempeño no podemos negar que se trataba de un verdadero astro del balón, pero si recordamos que, además, fue campeón olímpico y del mundo con su país despejamos las dudas por completo. Cierto es que no ganaría el campeonato liguero con el Dépor (se marchó cuatros año antes de que el conjunto gallego lo lograse por primera y única vez en su historia), pero es uno de los futbolistas más queridos y recordados en la ciudad herculina. No llegaría excepcionalmente joven al fútbol europeo, pero fue en Riazor donde dio lo mejor de su carrera durante cuatro campañas. Hoy en día sería imposible no ver a Bebeto en uno de los principales clubes del mundo del balón, pero en aquel fútbol de antaño los mejores se encontraban muy repartidos para goce y disfrute de los aficionados de cualquier lugar.