Juan Arango


Juan Arango, venezolano de nacimiento e hijo de colombianos, ha sido uno de los mejores futbolistas que dio este país a lo largo de toda su historia. Se trataba de un jugador con una excelsa calidad técnica, surtidor de asistencias para sus compañeros y un formidable lanzador a balón parado. Hablamos por lo tanto de un centrocampista ofensivo con capacidad para caer a bandas, jugar de enganche e incluso permutar como falso nueve en ocasiones. En Mallorca jugaría durante cinco temporadas llegando a ser capitán en la última de ellas. Posteriormente ficharía por el Gladbach alemán poniendo fin de esta forma a su periplo futbolístico en España.

Cristiano Ronaldo


Cristiano Ronaldo aumentó la leyenda del Real Madrid y el Real Madrid terminó por convertir a Cristiano en leyenda. El luso venía de brillar incontestablemente en Mánchester, pero en Madrid sus prestaciones se elevarían a la máxima potencia año tras año. Voraz e inasequible al desaliento, CR7 pasará a la historia de este deporte como uno de los atacantes más completos que se han visto jamás. Los cromos del luso con el Real Madrid siempre han generado gran demanda, por ejemplo, el que supone su fichaje con el club blanco o este de la imagen, que representa su baja y su despedida definitiva de la competición española.

Luis Gabelo Conejo


Decía Luis Gabelo Conejo, leyenda del fútbol costarricense, que llegó a España engañado, que se le aseguraba una llegada a un equipo con aspiraciones en la Primera División española. Grave error de apreciación motivado en parte por el desconocimiento, pues la realidad es que el Albacete Balompié le contrató tras su destacable actuación en el Mundial de Italia 90 para jugar en la categoría de plata del fútbol español sin ser ni tan siquiera uno de los equipos señalados para conseguir el ascenso al primer escalón del fútbol español. Finalmente la historia tendría un feliz desenlace, pues el equipo subiría de categoría al término de esa temporada para convertirse en el mítico Queso Mecánico durante su primera temporada en la élite con Conejo y Zalazar entre otros como grandes artífices de ese logro.

Gabriel Amato


Gaby Amato tuvo el honor de jugar para los dos grandes de Argentina (Boca y River) antes de llegar a España, donde pasaría por el Hércules, Mallorca, Betis, Levante y Albacete en ese orden con etapas intercaladas en Escocia y Brasil. Se trataba de un delantero potente y versátil con buenos guarismos goleadores sobre todo en Mallorca y Heliópolis. Todo un clásico del fútbol español de los 90 y del comienzo del presente siglo.

Rinat Dassaev


Formidable guardameta soviético que llegó a Sevilla ya en las postrimerías de su carrera. Excepcionalmente sobrio y seguro bajo palos, Dassaev jugaría durante tres campañas en el club hispalense retirándose definitivamente del fútbol tras esta etapa. Portero alto, estiloso, tal vez más acorde a los tiempos actuales, y con la vitola de ser uno de los mejores cancerberos que dio este país durante toda su historia.

Marco Antonio Etcheverry


Marco Antonio Etcheverry, reconocido como el mejor futbolista boliviano de todos los tiempos, jugó en el Albacete durante una temporada siendo esta su única experiencia lejos del continente americano. El Diablo, reconocible por su larga melena rizada, era un centrocampista de enganche muy completo gracias a sus notables capacidades para el regate y el golpeo del balón.

Emmanuel Adebayor


El primer togolés en jugar en el Real Madrid, y hasta la fecha el único, aunque solo permanecería en el club durante la segunda mitad de la temporada 2010-11. Un delantero alto (1,92 m) no exento de técnica que aportó goles, fijó defensas y que se adaptó en definitiva a lo que Mourinho, entonces entrenador del Real Madrid, necesitaba. Al final de esa temporada el conjunto blanco solo ganó la Copa del Rey y Adebayor terminó su cesión para retornar momentáneamente a las filas del Mánchester City sin posibilidad de seguir vistiendo de blanco. En estos tiempos empezaron a editarse cromos con los principales fichajes invierno y el de Emmanuel Adebayor con el Real Madrid pertenece a ese grupo. Añadir que gran parte de ellos están muy revalorizados por su escasez y su peculiaridad a la hora de conseguirlos.

Roman Kosecki


Tras destacar sobremanera en el Osasuna, el polaco Roman Kosecki ficharía por el Atlético de Madrid como recambio natural del portugués Paulo Futre. Kosecki era un futbolista veloz, muy vertical y con capacidad para el desborde, pero en ningún caso podía catalogarse como nueve puro. Se granjeó fama de “piscinero” durante su etapa en la competición española y ciertamente fue en parte víctima de la comparación con la leyenda colchonera anteriormente mencionada, pero tuvo recursos para dejar buenas tardes de fútbol y un recuerdo amable entre los aficionados.

Cristian Colusso


Quizás muchos recuerden a Cristian Colusso como un fiasco de fichaje del Sevilla de la década de los noventa, pero lo cierto es que este jugador argentino sufrió una serie de desdichas que comenzaron con la irregularidad de su traspaso (lo que le llevó a no poder jugar y ser cedido posteriormente), lesión de gravedad y una enorme presión para un chico de 19 años entre otras circunstancias. Un juguete roto del fútbol que terminaría jugando en más de una docena de clubes en ocho países distintos.

Stéphane Ziani


Fenomenal y menudo centrocampista francés de ascendencia argelina que jugó en el mítico Súper Dépor durante una temporada en la que tuvo presencia como titular frecuente aportando calidad y llegada al área rival. Estaba tildado como un jugador de contención, pero lo cierto es que Ziani se proyectaba al ataque con facilidad gracias a sus grandes recursos técnicos y a una fantástica agilidad para moverse entre líneas. Una pena que su viaje fuese de ida y vuelta, porque era uno de esos peloteros de los que los más jóvenes deberían de aprender.